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El afianzamiento espontáneo

Los bebés nacen sabiendo mamar. Son tan expertos, que saben reptar desde la tripa de su madre tras el parto, buscar el pecho con sus manitas y su boca, y encontrar el pezón gracias a todos sus sentidos. De hecho, se cree que las areolas se oscurecen en el embarazo para guiar al recién nacido hasta el pezón. Una vez que lo encuentran, son capaces de agarrarse al pecho y comenzar a succionar de manera instintiva.

Por ello, la mejor manera de comenzar la lactancia materna es dejando al bebé hacer lo que mejor se le da. Esto facilita que utilice sus reflejos innatos y que la primera toma, y muy probablemente las siguientes, las haga de forma correcta, extrayendo la leche que necesita y sin producir dolor ni grietas.

Por otra parte, es importante que las madres seáis grandes conocedoras en lactancia materna, para que sepáis cómo es el agarre adecuado, la lactancia en los primeros días y la lactancia a demanda, entre otros  temas, para evitar que surjan problemas y/o identificarlos y solucionarlos si aparecen.

¿Y que pasa si falta el conocimiento y el apoyo que necesitáis?

Pues en algunos casos la lactancia seguirá fluyendo de manera adecuada, pero en la mayoría comenzarán los primeros problemas como el dolor, las grietas, que el bebé no quiera agarrarse o que no coja peso adecuadamente, por poner algunos ejemplos. La lactancia comienza a convertirse en un cúmulo de errores que la dificultarán aún más.

Y es entonces cuando surgen las “soluciones”

Cuando la madre ha llegado a un punto en el que un problema ha derivado en otro y éste en otro hasta que la lactancia se ha convertido en algo muy complicado y frustrante en vez de satisfactorio (que es como debería ser), busca y acepta cualquier consejo que la pueda ayudar. Muchas veces estos consejos (aunque bien intencionados) no son los adecuados, y con ello me refiero a suplementos mal indicados, chupetes y biberones innecesarios, pautas rígidas en las tomas… que sólo van a conseguir empeorar la situación.

El afianzamiento espontáneo

Es el “reseteo” de la lactancia materna. Comenzar desde 0. Darle tregua a una madre y un bebé que lo han pasado realmente mal. Es decirle al bebé: “Olvida lo que hemos intentado enseñarte y comienza tú de nuevo. Utiliza tus instintos y mama cómo tú sabes” Es darle una nueva oportunidad a la lactancia.

¿Cómo lo hacemos?

Túmbate en una posición semi-incorporada (con unos cojines debajo de tu espalda) y sin ropa de cintura hacia arriba. Pon a tu bebé sobre tu pecho, boca-abajo y sin nada de ropa. Si la temperatura de la habitación no es confortable, utiliza una manta fina para cubriros a los dos por encima.

Y a partir de aquí, disfruta de este momento, olvida toda la angustia y frustración que te suponían las tomas, y relájate. Olvida incluso que el objetivo de esta técnica sea la alimentación y disfrutad el uno del otro. Sin límite de tiempo.

¿Cómo funciona?

Lo que se pretende es comenzar desde el principio y permitir que aquellos reflejos que utilizaba el bebé para engancharse aquella primera vez en contacto piel con piel, vuelvan a aparecer para conseguir que se vuelva a agarrar correctamente.

Pero no pienses ni pretendas que funcione la primera vez que lo hagas. Ten paciencia y hazlo tanto tiempo y tantas veces como desees. Quizás las primeras veces no estéis mucho tiempo, o no confíes mucho en ello, o el bebé se muestre inquieto. Pero puede que otro día te apetezca estar más, u otro día el bebé esté más tranquil@ o dé chupetones al pezón. Hasta que un día se vaya interesando más por el pecho y se agarre y lo haga… BIEN!!!

¿Qué más debo saber?

El afianzamiento espontáneo no siempre funciona, siendo más fácil lograr el agarre correcto con bebés más pequeños (hasta los 3-4 meses) ya que se cree que se mantienen estos reflejos innatos hasta esta edad.

No obstante, en caso de no funcionar, lo peor que puede pasar es que hayáis disfrutado de un momento juntos los dos sin estrés y sin agobios, así que ¿por qué no probarlo en cualquier situación?

¿Mi mejor consejo?

No pretendas que esta técnica sea una “solución más” a tus problemas en la lactancia. Dedica realmente estos ratos a disfrutarlos, olvidándote de tomas, leche, alimentación y pechos. Deja que todo fluya y confía en ti y en tu bebé. El tiempo hará el resto.

Recuerda también que si quieres obtener toda la información que te ayude en tu lactancia, la puedes encontrar en mi canal de YouTube y en mis redes sociales. Además te acompaño con todo el apoyo que necesitas para lograr que vuestra lactancia sea un éxito y una etapa feliz.

Cuéntame si habías oído hablar del afianzamiento espontáneo, y de ser así, si te funcionó!!

Diana Martínez. Matrona. Lactancia materna

El afianzamiento espontáneo

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